lunes, 25 de mayo de 2009




ODIO las temporadas de exámenes... significan poca vida personal, pocas horas de sueño y muchas horas repasando estupideces, de las cuales recordaré apenas la mitad en pleno examen... pero cuando pienso que el año que viene por fin podré estudiar lo que quiero... me da fuerzas.


En fin, habrá que aguantarse. Y pensar en la meta




viernes, 22 de mayo de 2009

Yo sigo con los tests ^^ esta vez toca... ¡Test Ouran Host Club!!

Si se quieren hacer los test, solo hay que hacer click en los iconitos, y se redirecciona directamente a la página. Estos son mis resultados ^^


El resultado del test de mi pareja ideal:

Tu pareja ideal es: KAORU

Tu pareja es: KAORU By: EGOISTIC CLUV

^^ quien si no??





El resultado del test de cual personaje del Host Club soy:


¿Qué miembro del Ouran Host Club eres?
_este y + test en L e e m o n h a d a


Este si que no me lo esperaba O_o




Mi resultado en el test "tu personaje compatible"

Tu eres como KAORU, una persona razonal, pero aun asi eres mas conciente que otros... *cofcomohikarucof


Tu eres como: KAORU By: EGOISTIC CLUV

Oh... yo no digo nada... pero me salió dos veces =3

lunes, 18 de mayo de 2009

¡Bienvenidos al breve pero intenso test del Ouran Host Club! Un sencillo y totalmente fiable (¬¬) test, realizado por cierta persona altamente experta en estos temas (yo), que te ayudará a descubrir con cual de los personajes del Host Club te identificas más y tu tipo de personalidad.

... aunque, la verdad, si no conoces la serie, no tiene maldita gracia el asunto... pero bueno.
Responde a todo sin trampas y contabiliza al final, es muy sencillo!


1.-Vas caminando y ves una flor, ¿Qué haces?
a) Revoloteas incansablemente alrededor de la flor enseñándosela a tu conejito de peluche.
b)... Ah, una flor.
c) La recoges gentilmente para tendérsela a esa persona especial de forma caballeresca.
d) Planeas cual sería la mejor forma de incluir a la flor en un diabólico y retorcido plan para dar por saco a tus amigos, porque estás muy aburrido.
e) Bueno, tal vez pueda venderla por 30. 000 yenes si digo que la ha recogido algún miembro del club...
f)Te gustaría llevártela a casa, pero te da pena pensar que acabará marchitándose.


2.- Descubres que a uno de tus amigos le gusta cierta chica, ¿Qué haces?
a) No te enteras de esas cosas, estás muy ocupado colgándote de tu amigo el grandullón y jugando con tu peluche.
b) No te enteras de esas cosas, estás muy ocupado cargando con tu amigo el pequeñajo.
c) ¿Qué? ¡Menuda tontería! El sexo opuesto te pertenece solo a ti, pues cae rendido ante tus encantos caballerescos.
d) El objetivo principal es dar por saco a tu amigo: insinuaciones “inocentes” que sabes que lo molestarán, acercamientos sospechosos, etc.
e) Mnn, es un dato interesante, lo anotarás en tu cuaderno en la ficha personal de tu amigo y pensarás una forma de sacar provecho.
f) Hablarás con tu amigo y tratarás de ayudarlo en lo que puedas.


3.- Algo que te gusta mucho.
a) ¡Los dulces!!!... y tu conejito de peluche.
b) ... nada en especial.
c) Probarle modelitos a la persona que me gusta.
d) Hacer el pavo y dar por saco.
e) Buscar nuevas formas de hacer dinero.
f) La tranquilidad y la calma.


4.- Si fueras a una isla desierta, ¿Qué te llevarías?
a) ... pregunta tonta, el conejo de peluche!!!
b) Al amigo pequeñajo (¿Qué vas a cargar sobre tus hombros si no?)
c) A la persona que te gusta.
d) A tu hermano gemelo.
e) El teléfono móvil (tu familia posee una flota privada de 3.000 barcos que irán a buscarte en un santiamén cuando lo necesites)
f) Alguna herramienta útil.


5.- Cuando te aburres, ¿Qué haces?
a) No te aburres nunca; correteas con tu peluche, comes tarta, te subes a hombros de tu amigo el grandullón...
b) No te aburres, no sabes que es eso... además, tu amigo pequeñajo te lleva a todos sitios subido de tu hombro, ni tiempo tienes de aburrirte.
c) Tratas de seducir a esa persona especial que ya está hasta la moral de ti.
d) Montas algún lío, organizas una retorcida farsa, das por saco al personal, armas jaleo... lo mismo da.
e) No tienes tiempo de aburrirte, siempre estás escribiendo y pensando formas nuevas de sacar beneficios de donde sea
f) Estudias o haces alguna tarea pendiente.


6.- Encuentras un objeto perdido, y sabes quien es su dueño. ¿Qué haces?
a) Llevárselo con una sonrisa y correteando alegremente.
b) Se lo das a tu amigo pequeñajo para que se lo de el a su dueño. Hacerlo tu mismo podría mostrar sentimientos por tu parte.
c) Si es una bella y hermosa doncella, le regresarás su preciada posesión con una sonrisa, una parrafada caballeresca y un beso en la mano. Si es un tío... se lo das sin más.
d) Haces rabiar un poco al dueño del objeto para divertirte, luego ya verás si se lo regresas o no.
e) Planear la mejor opción para sacar provecho; vender el objeto, pedir un rescate por el, vendérselo a una persona que idolatre al dueño del objeto, etc.
f) Buscarás a la persona en cuestión rápidamente para regresarle su posesión; puede que lo necesite urgentemente...






Resultados:





Mayoría de A: eres del tipo Loli-shota!


Eres un ser adorable que, a pesar de crecer en edad, no crece ni por fuera ni por dentro, puedes tener los años que quieras que resultarás igual de adorable y aniñado. Resultas adorable a todo el mundo, y al ser chiquitito, tu amigo grandullón te llevará a todos sitios sobre su espalda. No te separas nunca de tu peluche, es tu mejor amigo, amén de que te hace ver más dulce. No te enteras de nada, tu mente sigue siendo totalmente inocente. Aún así, eres capaz de tumbar a una docena de tíos, pues a pesar de tu indefensa apariencia y tu personalidad dulce eres experto en kárate, judo y otras técnicas.


Mayoría de B: eres del tipo Salvaje!
Perteneces a ese tipo de persona que es dura como una roca, que no transmite sus sentimientos y nunca pierde la calma o arma jaleo. Te comunicas con frases cortas, preferentemente monosílabos, y nunca hablas a no ser que sea estrictamente necesario. A ti nunca que duele nada, no sabes que es el dolor... de hecho no sabes muy bien lo que es un sentimiento, pero da igual. Eso si, siempre estás dispuesto a ayudar, y te preocupas ( aunque poco ) por tus amigos. Puedes cargar cualquier cosa, pues eres muy alto y muy fuerte (razón por la cual tu amigo pequeñajo no te sale de encima). Por fuerza, serás bueno en deportes y pertenecerás a un club de Kendo o algún similar.


Mayoría de C: eres del tipo Principesco!
Eres ( o al menos te crees que eres ) una especie de caballero andante, gentil, caballeresco, gallardo y elegante en todos los sentidos, con unos encantos totalmente irresistibles y un alto sentido del dramatismo y la emoción ( Traduciendo: un loco egocéntrico, lapa y que se ofende enseguida). Tu imaginación trabaja por si sola, y te montas unas películas impresionantes tu solo, lo cual hace que te lleves muchos chascos. Debido a la facilidad con la que te ofendes, haces las delicias de tus amigos de tipo demoníaco, que se lo pasan pipa haciéndote rabiar. Eres MUY tozudo, y cuando quieres algo no hay manera de quitártelo de la cabeza, aunque no lo consigas.

Mayoría de D: eres del tipo Demoníaco!
Nadie sabe nunca de que vas o que tendrás en mente, pero saben que no es nada bueno. Aunque parezcas un angelito, siempre estás a la que salta para hacer alguna travesura, armar algún follón o, simplemente, dar por saco (se que sale muchas veces esta expresión, pero es la que mejor cuadra). Aún así, de vez en cuando (muy de vez en cuando) tus intenciones son buenas, o simplemente no demasiado malignas, pero en fin... Actor consumado y mentiroso experto, se te da divinamente eso de montar farsas y seguirlas hasta el final sin que te pillen. A veces, la razón de que montes alguna es, simplemente, que te aburres. Eres testarudo y obstinad, y sueles conseguir aquello que te propones, aunque tengas que recurrir al chantaje o al pique, o a otros métodos menos ortodoxos.

Mayoría de E: eres del tipo Indiferente!
Indiferente, indiferente, tampoco eres. Cuando puedes tirar provecho de algo, buen caso que le haces; pero aún así, todo lo demás te da un poco igual. Es imposible para los demás saber que te pasa por la cabeza, y tu comportamiento es impredecible, aunque generalmente siempre va enfocado hacia lo mismo (el dinero, por supuesto). De personalidad calmada, fría y analítica, te gusta tenerlo todo bajo tu control y bien fichado, tratando de aprovecharlo todo al máximo. Siempre lo controlas todo y te acabas saliendo con la tuya, aunque no seas tu el “jefe”, no te hace falta, eres perfectamente capaz de controlar al mandamás a tu antojo desde la sombra.


Mayoría de F: eres del tipo Natural!
A primera vista no eres gran cosa, pero en realidad eres una persona amable, siempre dispuesta a ayudar a los demás y con una personalidad y un carácter fuertes. Cuando algo se te mete en la cabeza, cuesta convencerte de lo contrario. Das mucha importancia a la forma de ser de las personas y no te fijas en las apariencias. Las cosas sencillas y prácticas son lo que más te gusta y eres feliz con poco. Espontáneo y franco, sueles decir lo que piensas y ayudar a los demás sin que te lo pidan, sin esperar nada a cambio, o pensar en lo que haces siquiera.
Un consejo personal: a veces te dirán que eres un pringado. Si eso ocurre, tu di “ no soy un pringado, soy natural “. Si funciona, habrás quedado como Dios... si no funciona, al menos lo intentaste.

viernes, 8 de mayo de 2009

color by ordenata!


He aquí mi nuevo diseño de panda^^

Y he aquí el diseño de la ranita de Asdy ^^ (es amiguita de mi panda)




Oh, mis habilidades a la hora del coloreado por ordenador van aumentando... hay que tener en cuenta que los programas que tengo no son ninguna maravilla ¬¬

viernes, 24 de abril de 2009

The constant dream



La vida es un sueño constante
¿Cual es la verdad y cual es la mentira?
Quien sabe
Tal vez estemos soñando ahora...
Tal vez la verdad no exista...
Tal vez no existimos...
Tal vez todos somos un sueño...

miércoles, 1 de abril de 2009

¿No lo sientes?

De pronto notas que te quedas casi sin respiración. Un sudor frío recorre tu espalda y un hormigueo molesto se adueña de tu nuca, erizando tus cabellos. Durante una fracción de segundo, el aire escapa por completo de tus pulmones y te sientes incapaz de llenarlos de nuevo. Tu cuerpo no responde, solo atina a temblar. Recuperado de este lapso agónico, te giras bruscamente y observas a tu espalda. Al no encontrar nada, observas con desesperada avidez cada recoveco de la habitación, seguro de que has visto algo, de que algo te acecha, de que algo te ha hecho reaccionar de ese modo. De nuevo, nada. Un violento escalofrío pone punto final a tu lapso paranoico, trayéndote de nuevo a la realidad y haciéndote reanudar la tarea que estabas realizando, con un “Serán imaginaciones mías” dicho en voz bastante alta, tratando de ahuyentar por completo tu miedo o, tal vez, a aquello que te ha perturbado.
Esto pasa tan solo cuando estás solo o abstraído de la realidad, encerrado en tus pensamientos. Es en esos momentos de calma y de relax en los que bajas la guardia cuando te vuelves mas receptivo. Entonces, es cuando puedes sentirlo.
En el exacto momento en que tu mente queda en blanco, tus cinco sentidos se adormecen, y es cuando entra en jaque el sexto sentido, permitiéndote “sentir” aquello que los otros cinco son incapaces de captar.
Es algo que le pasa, en mayor o menor medida, a todo el mundo. Algunos le dan más importancia que otros, hay quien incluso ignora este hecho.
Aún así, por mucho que se trate de ignorar, ese algo está ahí. Es algo que no podemos cambiar, algo que lleva ahí desde que nacemos, que nos acompaña toda la vida, que nos ve crecer y es parte de nosotros mismos. Ha despertado el temor y el respeto del ser humano a lo largo de los tiempos, y siempre lo hará.
Mas, en esos momentos de percepción, no te dejes invadir por el pánico. Cuando te quedes sin respiración y un sudor frío te recorra la espalda, mientras sientes un molesto hormigueo adueñándose de tu nuca, erizando tus cabellos; cuando, justo después de ese instante agónico sin oxígeno en los pulmones, te gires y te topes de frente con lo que tu crees que es nada, no temas. Quien te acecha no te hará ningún mal, si no es llegada tu hora. Si juzga que no es el momento, no se mostrará, no hará acto de presencia, no te molestará. No creas que te hará daño en ese mismo instante. ¿Para qué? Lleva toda tu vida ahí, aguardando su momento. ¿Acaso crees que no podrá esperar un poco más?

viernes, 27 de marzo de 2009

Frases célebres (I)

Y aquí está la primera entrega de frases célebres y proverbios ^^. Ya tenía ganas de pasar unas cuantas al ordenador para ponerlas aquí. Es algo que me apasiona, porque no son las típicas frases romanticonas que tan de moda están.

Creo que estas hablan todas sobre la vida y la muerte... cuadró, que le voy a hacer...



No llames a ningún hombre feliz hasta que no se muera.>> - Aeschylus

No tengo miedo de morir, solamente no quiero estar ahí cuando eso ocurra>> - Woody Allen

No nos lamentemos demasiado de la muerte de nuestros amigos. No han muerto, sino que han marchado antes que nosotros por el camino que todos debemos recorrer.>> - Antifanes

A veces jugamos con la muerte ignorando que es la muerte la que juega con nosotros.>> - Anónimo

La muerte libra de las impresiones de los sentidos, de los deseos que nos hacen juguete suyo, de las divagaciones del espíritu y del duro servicio de la came. >> - Marco Aurelio

La muerte os espera en todas partes; pero, si sóis prudentes en todas partes esperareis vosotros.>> - San Bernardo De Clarval

El fondo de todos nuestros temores es la muerte, y al fin y al cabo>> - Jakob Bohme

Para morir sólo se precisa estar vivos. >> - Jorje Luis Borges

La creencia de que el alma humana no se separa de la materia después de muerte, sino que pasa a un cuerpo más perfecto y más delicado, es una pótesis contraria a todos los hechos fisiológicos>> - Buchner

Hay muertos que van subiendo cuanto más su ataúd baja. >> - Manuel del Cabral

Para todo hay remedio, si no es para la muerte. >> - Miguel de Cervantes

Nada es más fácil que censurar a los muertos>> - Julio César

La vida del muerto está en la memoria del vivo. >> - Marco Tulio Cicerón

Aprende a vivir bien, y sabrás morir mejor. >> - Confucio

No puede definirse la vida sin la muerte. >> - Ehrenberg

Cuando sea llegada mi hora, moriré; pero moriré como debe morir un hombre que no hace más que devolver lo que se le confió. >> - Epicteto

La vida humana no es más que una comedia, en la que, bajo una máscara prestada, cada uno representa su papel hasta que el empresario le obliga a salir de escena.>> - Erasmo

Hay una cosa tan inevitable como la muerte: la vida>> - Charles Chaplin

Será lo más importante de nuestra vida aquello por lo que seamos capaces de morir.>> - Ortega y Gasset

Resulta extraño el hecho de que, aunque todos debemos recorrer el camino de la vida, sen pocos los que se preocupan por saber a dónde van. Deambulamos de la cuna a la tumba sin saber cual es nuestro destino>> - Paul Brunton

Si amas a tu hijo o a tu mujer, acuérdate que es mortal lo que amas, y que por este medio te librarás del inesperado sobresalto cuando la muerte te los arrebate>> - Epicteto

miércoles, 25 de marzo de 2009

Los cómics sirven para otras cosas...


Es lo que pasa cuando me aburro. Esto es el resultado de escanear la página de un cómic , concretamente de "La canción del sueno" (si, Piper, de tu cómic ^^u) y aplicarle, con maestría e ingenio (modestia MUY aparte) el estribillo maravilloso de la maravillosa canción "In the end" del maravilloso grupo Linkin Park. Maravilloso.
Traducido sería algo así como "Solo tengo que caer para perderlo todo, pero al final eso no importará". Viene a significar que, aunque lo tengas crudo en algún momento, aunque un solo error pueda dar al traste con todo, cuando consigas tu objetivo, todo lo sufrido ya habrá pasado, y no importará.

viernes, 20 de marzo de 2009

La segunda a la derecha y todo recto hasta el amanecer.


No todo el mundo puede ser rico –prosiguió Peter-. No todo el mundo puede ser fuerte o inteligente. No todo el mundo puede ser apuesto. ¡Pero todos podemos ser valientes! Si nos decimos que podemos; si nos decimos de corazón <>, si nos comportamos como héroes... ¡Todos podemos ser valientes! Todos podemos mirar el peligro a la cara y alegrarnos de enfrentarnos a él, y desenvainar nuestras espadas y decir: <<¡Estás muerto, peligro! ¡No me das miedo!>> el valor estará ahí, para quien quiera tomarlo: no se necesita dinero para comprarlo ¡No se necesita ir al colegio para aprenderlo! El valor lo es todo ¿Verdad? ¿No os parece, chicos? ¿Tengo o no tengo razón? ¡El valor lo es todo! ¡Si perdemos el valor, lo perdemos todo!

Peter Pan de rojo escarlata.
Geraldine McCoughrean

Acabo de descubrir que se puede pintar a ordenata...


Ya empiezo a cogerle el truco a eso de añadir efectos por ordenador a mis dibujetes ^^ (también iva siendo hora). Y bueno, soy novata en esto, pero, modestia aparte, este Haku a rojo y negro no está mal no??

viernes, 13 de marzo de 2009

Si yo fuera...

¿Que sería yo si fuera...
...........
Si fuera un mes sería: Enero
Si fuera un día de la semana sería: Sabado
Si fuera un momento del día sería: Atardecer
Si fuera un planeta sería: Plutón
Si fuera un animal sería: Oso Panda
Si fuera un mueble sería: Escritorio
Si fuera un líquido sería: Lágrimas
Si fuera un instrumento musical sería: Piano
Si fuera una emoción sería: Sosiego
Si fuera una verdura sería: Zanahoria
Si fuera un elemento sería: Viento
Si fuera una canción sería: "Mad World", de Gary Jules
Si fuera una comida sería: Un sandwich
Si fuera una parte del cuerpo sería: Ojos
Si fuera un olor sería: Rosas
Si fuera un objeto sería: Lápiz
Si fuera una asignatura sería: Dibujo
Si fuera un dibujo animado sería: El mono malvado que vive en el armario (padre de familia)
Si fuera una figura geométrica sería: Círculo
Si fuera un numero sería: 25
Si fuera un país sería: Japón
Si fuera un coche sería: Smart
Si fuera un famoso sería: Epicteto
Si fuera un color sería: Azul
Si fuera una ciudad sería: Atenas
Si fuera un dolor sería: Pérdida
Si fuera un mar sería: Mar negro
Si fuera un idioma sería: Latín

viernes, 6 de marzo de 2009

Psst... ¿estás muerto?


Es lo que tienen los corazones; se dañan con facilidad y se mueren. Son unas criaturas muy delicadas, por lo que se ve...

lunes, 2 de marzo de 2009

No soy un títere

Lo diré las veces que haga falta: no soy un muñeco en tus manos, nos soy el títere que creíste poder manejar. Nunca lo he sido, y no esperes que sea así jamás. Porque puedo darte la razón, puedo compartir tus ideales, pero nunca haré todo lo que me digas.
Yo soy yo y punto. Si cambio será por decisión mía, no por lo que pienses de mi. No pienso amoldarme a tus ideales ni a tus estereotipos, no pienso seguirte siempre la corriente, no pienso ser como esperas que sea.


Me encantan los tests ^^


¿Qué personaje masculino de Kingdom Hearts eres?
¡Compruébalo AQUÍ!



¿Qué personaje femenino de Kingdom Hearts eres?
¡Compruébalo AQUÍ!

Demasiado Final Fantasy XII...

Y así, después de más de 112 horas de juego en el Final Fantasy XII, empiezo a desvariar...
.....
.............

y veo cosas así:

(Era cuestión de tiempo que hiciera una tontería así... lo estaba viendo venir.) Lo veo todo como un posible blanco. Y cuando se me abre la pantalla de menú, con los gámbits y el inventario flipo. Lo malo de ver las cosas así no es esto. Al menos, el flan es vulnerable a la cuchara, y me lo puedo comer, pero cuando veo cosas así:


... se me cae el alma a los pies T_T... me perseguirá hasta la tumba, oye. Creo que al final no voy a poder solucionarlo y voy a acabar perdiendo la apuesta... en fin.

viernes, 27 de febrero de 2009

El corazón delator; Edgar Allan Poe


¡Es cierto! Siempre he sido nervioso, muy nervioso, terriblemente nervioso. ¿Pero por qué afirman ustedes que estoy loco? La enfermedad había agudizado mis sentidos, en vez de destruirlos o embotarlos. Y mi oído era el más agudo de todos. Oía todo lo que puede oírse en la tierra y en el cielo. Muchas cosas oí en el infierno. ¿Cómo puedo estar loco, entonces? Escuchen... y observen con cuánta cordura, con cuánta tranquilidad les cuento mi historia.

Me es imposible decir cómo aquella idea me entró en la cabeza por primera vez; pero, una vez concebida, me acosó noche y día. Yo no perseguía ningún propósito. Ni tampoco estaba colérico. Quería mucho al viejo. Jamás me había hecho nada malo. Jamás me insultó. Su dinero no me interesaba. Me parece que fue su ojo. ¡Sí, eso fue! Tenía un ojo semejante al de un buitre... Un ojo celeste, y velado por una tela. Cada vez que lo clavaba en mí se me helaba la sangre. Y así, poco a poco, muy gradualmente, me fui decidiendo a matar al viejo y librarme de aquel ojo para siempre.

Presten atención ahora. Ustedes me toman por loco. Pero los locos no saben nada. En cambio... ¡Si hubieran podido verme! ¡Si hubieran podido ver con qué habilidad procedí! ¡Con qué cuidado... con qué previsión... con qué disimulo me puse a la obra! Jamás fui más amable con el viejo que la semana antes de matarlo. Todas las noches, hacia las doce, hacía yo girar el picaporte de su puerta y la abría... ¡oh, tan suavemente! Y entonces, cuando la abertura era lo bastante grande para pasar la cabeza, levantaba una linterna sorda, cerrada, completamente cerrada, de manera que no se viera ninguna luz, y tras ella pasaba la cabeza. ¡Oh, ustedes se hubieran reído al ver cuán astutamente pasaba la cabeza! La movía lentamente... muy, muy lentamente, a fin de no perturbar el sueño del viejo. Me llevaba una hora entera introducir completamente la cabeza por la abertura de la puerta, hasta verlo tendido en su cama. ¿Eh? ¿Es que un loco hubiera sido tan prudente como yo? Y entonces, cuando tenía la cabeza completamente dentro del cuarto, abría la linterna cautelosamente... ¡oh, tan cautelosamente! Sí, cautelosamente iba abriendo la linterna (pues crujían las bisagras), la iba abriendo lo suficiente para que un solo rayo de luz cayera sobre el ojo de buitre. Y esto lo hice durante siete largas noches... cada noche, a las doce... pero siempre encontré el ojo cerrado, y por eso me era imposible cumplir mi obra, porque no era el viejo quien me irritaba, sino el mal de ojo. Y por la mañana, apenas iniciado el día, entraba sin miedo en su habitación y le hablaba resueltamente, llamándolo por su nombre con voz cordial y preguntándole cómo había pasado la noche. Ya ven ustedes que tendría que haber sido un viejo muy astuto para sospechar que todas las noches, justamente a las doce, iba yo a mirarlo mientras dormía.

Al llegar la octava noche, procedí con mayor cautela que de costumbre al abrir la puerta. El minutero de un reloj se mueve con más rapidez de lo que se movía mi mano. Jamás, antes de aquella noche, había sentido el alcance de mis facultades, de mi sagacidad. Apenas lograba contener mi impresión de triunfo. ¡Pensar que estaba ahí, abriendo poco a poco la puerta, y que él ni siquiera soñaba con mis secretas intenciones o pensamientos! Me reí entre dientes ante esta idea, y quizá me oyó, porque lo sentí moverse repentinamente en la cama, como si se sobresaltara. Ustedes pensarán que me eché hacia atrás... pero no. Su cuarto estaba tan negro como la pez, ya que el viejo cerraba completamente las persianas por miedo a los ladrones; yo sabía que le era imposible distinguir la abertura de la puerta, y seguí empujando suavemente, suavemente.

Había ya pasado la cabeza y me disponía a abrir la linterna, cuando mi pulgar resbaló en el cierre metálico y el viejo se enderezó en el lecho, gritando:

-¿Quién está ahí?

Permanecí inmóvil, sin decir palabra. Durante una hora entera no moví un solo músculo, y en todo ese tiempo no oí que volviera a tenderse en la cama. Seguía sentado, escuchando... tal como yo lo había hecho, noche tras noche, mientras escuchaba en la pared los taladros cuyo sonido anuncia la muerte.

Oí de pronto un leve quejido, y supe que era el quejido que nace del terror. No expresaba dolor o pena... ¡oh, no! Era el ahogado sonido que brota del fondo del alma cuando el espanto la sobrecoge. Bien conocía yo ese sonido. Muchas noches, justamente a las doce, cuando el mundo entero dormía, surgió de mi pecho, ahondando con su espantoso eco los terrores que me enloquecían. Repito que lo conocía bien. Comprendí lo que estaba sintiendo el viejo y le tuve lástima, aunque me reía en el fondo de mi corazón. Comprendí que había estado despierto desde el primer leve ruido, cuando se movió en la cama. Había tratado de decirse que aquel ruido no era nada, pero sin conseguirlo. Pensaba: "No es más que el viento en la chimenea... o un grillo que chirrió una sola vez". Sí, había tratado de darse ánimo con esas suposiciones, pero todo era en vano. Todo era en vano, porque la Muerte se había aproximado a él, deslizándose furtiva, y envolvía a su víctima. Y la fúnebre influencia de aquella sombra imperceptible era la que lo movía a sentir -aunque no podía verla ni oírla-, a sentir la presencia de mi cabeza dentro de la habitación.

Después de haber esperado largo tiempo, con toda paciencia, sin oír que volviera a acostarse, resolví abrir una pequeña, una pequeñísima ranura en la linterna.
Así lo hice -no pueden imaginarse ustedes con qué cuidado, con qué inmenso cuidado-, hasta que un fino rayo de luz, semejante al hilo de la araña, brotó de la ranura y cayó de lleno sobre el ojo de buitre.

Estaba abierto, abierto de par en par... y yo empecé a enfurecerme mientras lo miraba. Lo vi con toda claridad, de un azul apagado y con aquella horrible tela que me helaba hasta el tuétano. Pero no podía ver nada de la cara o del cuerpo del viejo, pues, como movido por un instinto, había orientado el haz de luz exactamente hacia el punto maldito.

¿No les he dicho ya que lo que toman erradamente por locura es sólo una excesiva agudeza de los sentidos? En aquel momento llegó a mis oídos un resonar apagado y presuroso, como el que podría hacer un reloj envuelto en algodón. Aquel sonido también me era familiar. Era el latir del corazón del viejo. Aumentó aún más mi furia, tal como el redoblar de un tambor estimula el coraje de un soldado.

Pero, incluso entonces, me contuve y seguí callado. Apenas si respiraba. Sostenía la linterna de modo que no se moviera, tratando de mantener con toda la firmeza posible el haz de luz sobre el ojo. Entretanto, el infernal latir del corazón iba en aumento. Se hacía cada vez más rápido, cada vez más fuerte, momento a momento. El espanto del viejo tenía que ser terrible. ¡Cada vez más fuerte, más fuerte! ¿Me siguen ustedes con atención? Les he dicho que soy nervioso. Sí, lo soy. Y ahora, a medianoche, en el terrible silencio de aquella antigua casa, un resonar tan extraño como aquél me llenó de un horror incontrolable. Sin embargo, me contuve todavía algunos minutos y permanecí inmóvil. ¡Pero el latido crecía cada vez más fuerte, más fuerte! Me pareció que aquel corazón iba a estallar. Y una nueva ansiedad se apoderó de mí... ¡Algún vecino podía escuchar aquel sonido! ¡La hora del viejo había sonado! Lanzando un alarido, abrí del todo la linterna y me precipité en la habitación. El viejo clamó una vez... nada más que una vez. Me bastó un segundo para arrojarlo al suelo y echarle encima el pesado colchón. Sonreí alegremente al ver lo fácil que me había resultado todo. Pero, durante varios minutos, el corazón siguió latiendo con un sonido ahogado. Claro que no me preocupaba, pues nadie podría escucharlo a través de las paredes. Cesó, por fin, de latir. El viejo había muerto. Levanté el colchón y examiné el cadáver. Sí, estaba muerto, completamente muerto. Apoyé la mano sobre el corazón y la mantuve así largo tiempo. No se sentía el menor latido. El viejo estaba bien muerto. Su ojo no volvería a molestarme.
Si ustedes continúan tomándome por loco dejarán de hacerlo cuando les describa las astutas precauciones que adopté para esconder el cadáver. La noche avanzaba, mientras yo cumplía mi trabajo con rapidez, pero en silencio. Ante todo descuarticé el cadáver. Le corté la cabeza, brazos y piernas.

Levanté luego tres planchas del piso de la habitación y escondí los restos en el hueco. Volví a colocar los tablones con tanta habilidad que ningún ojo humano -ni siquiera el suyo- hubiera podido advertir la menor diferencia. No había nada que lavar... ninguna mancha... ningún rastro de sangre. Yo era demasiado precavido para eso. Una cuba había recogido todo... ¡ja, ja!
Cuando hube terminado mi tarea eran las cuatro de la madrugada, pero seguía tan oscuro como a medianoche. En momentos en que se oían las campanadas de la hora, golpearon a la puerta de la calle. Acudí a abrir con toda tranquilidad, pues ¿qué podía temer ahora?

Hallé a tres caballeros, que se presentaron muy civilmente como oficiales de policía. Durante la noche, un vecino había escuchado un alarido, por lo cual se sospechaba la posibilidad de algún atentado. Al recibir este informe en el puesto de policía, habían comisionado a los tres agentes para que registraran el lugar.

Sonreí, pues... ¿qué tenía que temer? Di la bienvenida a los oficiales y les expliqué que yo había lanzado aquel grito durante una pesadilla. Les hice saber que el viejo se había ausentado a la campaña. Llevé a los visitantes a recorrer la casa y los invité a que revisaran, a que revisaran bien. Finalmente, acabé conduciéndolos a la habitación del muerto. Les mostré sus caudales intactos y cómo cada cosa se hallaba en su lugar. En el entusiasmo de mis confidencias traje sillas a la habitación y pedí a los tres caballeros que descansaran allí de su fatiga, mientras yo mismo, con la audacia de mi perfecto triunfo, colocaba mi silla en el exacto punto bajo el cual reposaba el cadáver de mi víctima.

Los oficiales se sentían satisfechos. Mis modales los habían convencido. Por mi parte, me hallaba perfectamente cómodo. Sentáronse y hablaron de cosas comunes, mientras yo les contestaba con animación. Mas, al cabo de un rato, empecé a notar que me ponía pálido y deseé que se marcharan. Me dolía la cabeza y creía percibir un zumbido en los oídos; pero los policías continuaban sentados y charlando. El zumbido se hizo más intenso; seguía resonando y era cada vez más intenso. Hablé en voz muy alta para librarme de esa sensación, pero continuaba lo mismo y se iba haciendo cada vez más clara... hasta que, al fin, me di cuenta de que aquel sonido no se producía dentro de mis oídos.

Sin duda, debí de ponerme muy pálido, pero seguí hablando con creciente soltura y levantando mucho la voz. Empero, el sonido aumentaba... ¿y que podía hacer yo? Era un resonar apagado y presuroso..., un sonido como el que podría hacer un reloj envuelto en algodón. Yo jadeaba, tratando de recobrar el aliento, y, sin embargo, los policías no habían oído nada. Hablé con mayor rapidez, con vehemencia, pero el sonido crecía continuamente. Me puse en pie y discutí sobre insignificancias en voz muy alta y con violentas gesticulaciones; pero el sonido crecía continuamente. ¿Por qué no se iban? Anduve de un lado a otro, a grandes pasos, como si las observaciones de aquellos hombres me enfurecieran; pero el sonido crecía continuamente. ¡Oh, Dios! ¿Qué podía hacer yo? Lancé espumarajos de rabia... maldije... juré... Balanceando la silla sobre la cual me había sentado, raspé con ella las tablas del piso, pero el sonido sobrepujaba todos los otros y crecía sin cesar. ¡Más alto... más alto... más alto! Y entretanto los hombres seguían charlando plácidamente y sonriendo. ¿Era posible que no oyeran? ¡Santo Dios! ¡No, no! ¡Claro que oían y que sospechaban! ¡Sabían... y se estaban burlando de mi horror! ¡Sí, así lo pensé y así lo pienso hoy! ¡Pero cualquier cosa era preferible a aquella agonía! ¡Cualquier cosa sería más tolerable que aquel escarnio! ¡No podía soportar más tiempo sus sonrisas hipócritas! ¡Sentí que tenía que gritar o morir, y entonces... otra vez... escuchen... más fuerte... más fuerte... más fuerte... más fuerte!

-¡Basta ya de fingir, malvados! -aullé-. ¡Confieso que lo maté! ¡Levanten esos tablones! ¡Ahí... ahí!¡Donde está latiendo su horrible corazón!FIN

viernes, 20 de febrero de 2009

Panda rocks!

Esto es lo que pasa cuando no tengo nada que hacer y tengo un boli en la mano y un papel en blanco en frente: siento la necesidad imperiosa de dibujar algo.
Es que los papeles en blanco se ven tan tristes y vacíos...
¿Que por que dibujo osos panda? Pues por que... no lo se con exactitud. Supongo que porque me gustan.

"a veces soy mi peor enemigo"


Death Panda nació de un garabato dibujado a boleo en una libreta de matemáticas (huelga decir que me aburría como una ostra y que por eso me puse a dibujar).
Al día siguiente, volví a mirar aquel oso panda extraño y mal dibujado en una página llena de ecuaciones, y pensé "mira, no está mal".
Death Panda es para mi como una vía de expresión. Soy yo, sin ser yo. Es un reflejo distorsionado de mi misma, de mis ideas y de aquellas cosas que me rondan la cabeza y que, tarde o temprano, tengo que sacar a la luz, porque si no me acaban obsesionando.
No hace falta entender los motivos que me llevaron a crear Death Panda. Sólo entender lo que quiero decir con Death Panda.

lunes, 16 de febrero de 2009

Lo que pudo haber sido y no fue... maldito Harry Potter.


Le debo mucho a Harry Potter. Se podría decir que gracias a que me regalaron el primer libro cuando era pequeña, me estaban introduciendo al mundo de la lectura. Según me los iban regalando, los deboraba literalmente, estaba siempre impaciente por leer lo que venía a continuación... puede decirse que fue el antecedente de mi pasión por la lectura.

Y claro, hace no mucho salió el ultimo libro de la saga y yo tenía que leerlo!! si o si!
Total, que me lo compré. Y lo leí. Pero Asdy lo leyó primero y me dijo: "¡El final es una mierda!". Pero bueno, lo leí. El libro no es malo, es algo lento a veces y la acción se concentra un poco, pero era bueno al fin y al cabo.

¿que pasa? que lees, y lees, y lees... y la lucha Harry Potter vs. Voldemort no llega más. Y sigues leyendo, y sigues... y al final, al final final de todo, la lucha ocupa UN MALDITO PÁRRAFO. ¿Y lo peor? lo peor es esto, esto es la muerte de Voldemort:

"... y Voldemort yacía en el suelo, los brazos extendidos,

alcanzado por su propio echizo."

Y ala, ya está. Así muere "el mayor mago de todos los tiempos"... si ese era el mejor, como serán los demás?? Yo es que no me lo explico.


Pero en fin, es lo que hay. Y tenía razón Asdy, es una mierda.
Si el resto del libro de verdad que no está tan mal, incluso es ingenioso, porque descubres cosas de los personajes que permanecen ocultas en todos los otros libros, incluso descubres que hay personajes que no son lo que parecen... pero nada, el final es una plasta total.
¿Tanto le costaba a la autora, después de 500 páginas de libro, poner un final decente? Noooooo, tenía ganas de acabar ya y puso lo primero que le pasó por la mente. Infumable.
Otra cosa que me dejó un poco alucinada fue el personaje de Snape, que al final resuta que no era malo y que cuando era pequeño lo puteaban... hasta te da pena haberle tenido tanta rabia.
Conclusión: el final provoca muerte cerebral al lector de lo malo que es. Pero claro que esta es solo mi molesta opinión

viernes, 13 de febrero de 2009

Una teoría sobre un cubo de rubik



Este es el cubo de rubik que llevo meses intentando resolver. He llegado a tener tres caras completas, pero siempre acabo desaciéndolas sin querer al intentar avanzar.
Estoy intentando resolverlo porque he echo una apuesta.
Segun mi teoría, la inteligencia es intuitiva. Las cosas no se adaptan a la mente, la mente se adapta a las cosas. Cuando le planteas un reto, la mente se esfuerza en resolverlo, y la manera de aprender algo es por el método acierto/error. Así, la mente va descubriendo poco a poco como resolver el problema planteado. Esto es aplicable a cualquier cosa, y decidí poner en práctica mi teoría con el cubo de rubik. Llevo ya 4 meses con el, y poco a poco voy descubriendo como se hace, sin fórmulas y sin preguntarle a nadie, sin pedir opiniones ni consejos. Más o menos le voy cogiendo el truco.
Por supuesto, cuando expuse mi teoría nadie estuvo deacuerdo conmigo. Y discutiendo, discutiendo, llegamos a la apuesta. Tengo el plazo de un año para conseguir resolverlo. Si lo consigo tendré la satisfacción de que reconozcan que llevo razón. Si no... bueno. La derrota y pagarles una cena a todos (son mala gente y unos tacaños).
Espero conseguirlo. Mi orgullo está en juego ( y mis ahorros también)



Esta es una forma alternativa de resolver un cubo de rubik:




Y este, el cubo de rubik definitivo. Es genial, no se como no se me ha ocurrido antes:


miércoles, 11 de febrero de 2009

El cuervo; Edgar Allan Poe.

El Cuervo


Una vez, al filo de una lúgubre media noche,

mientras débil y cansado, en tristes reflexiones embebido,

inclinado sobre un viejo y raro libro de olvidada ciencia,

cabeceando, casi dormido,

oyóse de súbito un leve golpe,c

omo si suavemente tocaran,

tocaran a la puerta de mi cuarto.

“Es —dije musitando— un visitante

tocando quedo a la puerta de mi cuarto.

Eso es todo, y nada más.”


¡Ah! aquel lúcido recuerdo

de un gélido diciembre;

espectros de brasas moribundas

reflejadas en el suelo;

angustia del deseo del nuevo día;

en vano encareciendo a mis libros

dieran tregua a mi dolor.

Dolor por la pérdida de Leonora, la única,

virgen radiante, Leonora por los ángeles llamada.

Aquí ya sin nombre, para siempre.


Y el crujir triste, vago, escalofriante

de la seda de las cortinas rojas

llenábame de fantásticos terrore

sjamás antes sentidos. Y ahora aquí, en pie,

acallando el latido de mi corazón,

vuelvo a repetir:

“Es un visitante a la puerta de mi cuarto

queriendo entrar. Algún visitante

que a deshora a mi cuarto quiere entrar.

Eso es todo, y nada más.”


Ahora, mi ánimo cobraba bríos,

y ya sin titubeos:

“Señor —dije— o señora, en verdad vuestro perdón

imploro,

mas el caso es que, adormilado

cuando vinisteis a tocar quedamente,

tan quedo vinisteis a llamar,

a llamar a la puerta de mi cuarto,

que apenas pude creer que os oía.”

Y entonces abrí de par en par la puerta:

Oscuridad, y nada más.

Escrutando hondo en aquella negrura

permanecí largo rato, atónito, temeroso,

dudando, soñando sueños que ningún mortal

se haya atrevido jamás a soñar.

Mas en el silencio insondable la quietud callaba,

y la única palabra ahí proferida

era el balbuceo de un nombre: “¿Leonora?”

Lo pronuncié en un susurro, y el eco

lo devolvió en un murmullo: “¡Leonora!”

Apenas esto fue, y nada más.


Vuelto a mi cuarto, mi alma toda,

toda mi alma abrasándose dentro de mí,

no tardé en oír de nuevo tocar con mayor fuerza.

“Ciertamente —me dije—, ciertamente

algo sucede en la reja de mi ventana.

Dejad, pues, que vea lo que sucede allí,

y así penetrar pueda en el misterio.

Dejad que a mi corazón llegue un momento el silencio,

y así penetrar pueda en el misterio.”

¡Es el viento, y nada más!


De un golpe abrí la puerta,

y con suave batir de alas, entró

un majestuoso cuervo

de los santos días idos.

Sin asomos de reverencia,

ni un instante quedo;

y con aires de gran señor o de gran dama

fue a posarse en el busto de Palas,

sobre el dintel de mi puerta.

Posado, inmóvil, y nada más.


Entonces, este pájaro de ébano

cambió mis tristes fantasías en una sonrisa

con el grave y severo decoro

del aspecto de que se revestía.

“Aun con tu cresta cercenada y mocha —le dije—,

no serás un cobarde,

hórrido cuervo vetusto y amenazador.

Evadido de la ribera nocturna.

¡Dime cuál es tu nombre en la ribera de la Noche Plutónica!”

Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”


Cuánto me asombró que pájaro tan desgarbado

pudiera hablar tan claramente;

aunque poco significaba su respuesta.

Poco pertinente era. Pues no podemos

sino concordar en que ningún ser humano

ha sido antes bendecido con la visión de un pájaro

posado sobre el dintel de su puerta,

pájaro o bestia, posado en el busto esculpido

de Palas en el dintel de su puerta

con semejante nombre: “Nunca más.”


Mas el Cuervo, posado solitario en el sereno busto.

las palabras pronunció, como virtiendo

su alma sólo en esas palabras.

Nada más dijo entonces;

no movió ni una pluma.

Y entonces yo me dije, apenas murmurando:

“Otros amigos se han ido antes;

mañana él también me dejará,

como me abandonaron mis esperanzas.”

Y entonces dijo el pájaro: “Nunca más.”


Sobrecogido al romper el silencio

tan idóneas palabras,

“sin duda —pensé—, sin duda lo que dice

es todo lo que sabe, su solo repertorio, aprendido

de un amo infortunado a quien desastre impío

persiguió, acosó sin dar tregua

hasta que su cantinela sólo tuvo un sentido,

hasta que las endechas de su esperanza

llevaron sólo esa carga melancólica

de ‘Nunca, nunca más’.”


Mas el Cuervo arrancó todavía

de mis tristes fantasías una sonrisa;

acerqué un mullido asiento

frente al pájaro, el busto y la puerta;

y entonces, hundiéndome en el terciopelo,

empecé a enlazar una fantasía con otra,

pensando en lo que este ominoso pájaro de antaño,

lo que este torvo, desgarbado, hórrido,

flaco y ominoso pájaro de antaño

quería decir granzando: “Nunca más.”


En esto cavilaba, sentado, sin pronunciar palabra,

frente al ave cuyos ojos, como-tizones encendidos,

quemaban hasta el fondo de mi pecho.

Esto y más, sentado, adivinaba,

con la cabeza reclinada

en el aterciopelado forro del cojín

acariciado por la luz de la lámpara;

en el forro de terciopelo violeta

acariciado por la luz de la lámpara

¡que ella no oprimiría, ¡ay!, nunca más!


Entonces me pareció que el aire

se tornaba más denso, perfumado

por invisible incensario mecido por serafines

cuyas pisadas tintineaban en el piso alfombrado.

“¡Miserable —dije—, tu Dios te ha concedido,

por estos ángeles te ha otorgado una tregua,

tregua de nepente de tus recuerdos de Leonora!

¡Apura, oh, apura este dulce nepente

y olvida a tu ausente Leonora!”

Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”


“¡Profeta!” —exclamé—, ¡cosa diabolica!

¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio

enviado por el Tentador, o arrojado

por la tempestad a este refugio desolado e impávido,

a esta desértica tierra encantada,

a este hogar hechizado por el horror!

Profeta, dime, en verdad te lo imploro,

¿hay, dime, hay bálsamo en Galaad?

¡Dime, dime, te imploro!”

Y el cuervo dijo: “Nunca más.”


“¡Profeta! —exclamé—, ¡cosa diabólica!

¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio!

¡Por ese cielo que se curva sobre nuestras cabezas,

ese Dios que adoramos tú y yo,

dile a esta alma abrumada de penas si en el remoto Edén

tendrá en sus brazos a una santa doncella

llamada por los ángeles Leonora,

tendrá en sus brazos a una rara y radiante virgen

llamada por los ángeles Leonora!”

Y el cuervo dijo: “Nunca más.”


“¡Sea esa palabra nuestra señal de partida

pájaro o espíritu maligno! —le grité presuntuoso.

¡Vuelve a la tempestad, a la ribera de la Noche Plutónica.

No dejes pluma negra alguna, prenda de la mentira

que profirió tu espíritu!

Deja mi soledad intacta.

Abandona el busto del dintel de mi puerta.

Aparta tu pico de mi corazón

y tu figura del dintel de mi puerta.

Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”


Y el Cuervo nunca emprendió el vuelo.

Aún sigue posado, aún sigue posado

en el pálido busto de Palas

en el dintel de la puerta de mi cuarto.

Y sus ojos tienen la apariencia

de los de un demonio que está soñando.

Y la luz de la lámpara que sobre él se derrama

tiende en el suelo su sombra. Y mi alma,

del fondo de esa sombra que flota sobre el suelo,

no podrá liberarse. ¡Nunca más!